Desde hace una semana, estudiantes y
profesores venían ocupando el Vicerrectorado de estudiantes de la
Universidad Complutense de Madrid. Exigían soluciones
para los estudiantes que no pueden seguir cursando sus estudios debido,
entre otros motivos, a la subida de tasas y a la reducción de becas.
La intención de la ocupación era permanecer allí hasta que el Rector se comprometiera a no expulsar a ningún alumno por impago de la matrícula. Una ocupación que cabe señalar se producía ante el incumplimiento de las promesas negociadas con el rectorado durante el curso pasado y que incluían la creación de un fondo de becas de emergencia.
Ayer, día de Huelga educativa en Madrid, el rectorado de la UCM en vez de cumplir con sus promesas o negociar optó por la represión. El rectorado solicitó la entrada de la policía en la universidad y con ello permitió la detención de más de 50 estudiantes.
Desgraciadamente no es la primera vez que la policía entra en la universidad pública. Estos hechos gravísimos se vienen repitiendo en Madrid de un tiempo a esta parte. Pero no sólo. También se produjeron aquí hace solo unos meses, cuando la policía entraba en los campus de Zaragoza y Huesca, produciéndose también detenidos y multas. Aquí o allí, la represión y la criminalización intenta parar la digna lucha de los estudiantes por una verdadera universidad pública. Aquí o allí la represión no nos va a parar.
Como estudiantes de la Universidad de Zaragoza nos solidarizamos con nuestros compañeros de Madrid y exigimos su libertad inmediata sin cargos. ¡Vuestra lucha es nuestra lucha!
¡LIBERTAD DETENIDOS POR LUCHAR!¡NI UN DETENIDO SIN RESPUESTA! ¡LA EDUCACIÓN NO SE VENDE, SE DEFIENDE!
Este tipo prácticas son una violación de los derechos de manifestación y reunión así como de la libertad de expresión. Y aquí lo sabemos bien.
Tenemos que remontarnos al 15 de octubre de 2013 cuando se realizó una concentración convocada con motivo de la visita oficial de Letizia Ortiz al Instituto Pirámide. La concentración estaba acordada con la Facultad para desarrollarse en el interior del recinto universitario de la Escuela Politécnica. Aunque el transcurso de la jornada se desarrolló pacíficamente, durante toda la mañana y especialmente durante la concentración los antidisturbios ocuparon la facultad, llegando a impedir su normal funcionamiento.
Tres meses más tarde la policía acudió al puesto de trabajo de una compañera de Huesca para hacerle llegar una sanción grave por la mencionada concentración, en la que le sancionaban con 1000 euros, acusándola de provocar reacciones en el público que podían alterar la seguridad ciudadana.
Lo más grave de esta denuncia es que nuestra compañera no fue identificada dicho día. Merece la pena preguntarse de dónde obtiene la Subdelegación de Gobierno la información sobre las personas que, se supone, nos manifestamos libremente. ¿Acaso es más bien una amenaza por parte de las autoridades públicas? Una intimidación al más puro estilo de la dictadura franquista va implícita: os tenemos controlados. Sepan la policía oscense y el subdelegado de Gobierno que los "archivos b" o listas negras son coacciones que no vamos a permitir a estas alturas.
El único objetivo de estas acusaciones, totalmente infundadas y aleatorias, es reprimir e intentar silenciar las protestas y luchas sociales. Hoy le está pasando a ella pero mañana puede pasarte a ti.
¡BASTA DE REPRESIÓN!,¡BASTA DE CRIMINALIZAR LOS MOVIMIENTOS SOCIALES!¡SI NOS TOCAN A UNX NOS TOCAN A TODXS!
La intención de la ocupación era permanecer allí hasta que el Rector se comprometiera a no expulsar a ningún alumno por impago de la matrícula. Una ocupación que cabe señalar se producía ante el incumplimiento de las promesas negociadas con el rectorado durante el curso pasado y que incluían la creación de un fondo de becas de emergencia.
Ayer, día de Huelga educativa en Madrid, el rectorado de la UCM en vez de cumplir con sus promesas o negociar optó por la represión. El rectorado solicitó la entrada de la policía en la universidad y con ello permitió la detención de más de 50 estudiantes.
Desgraciadamente no es la primera vez que la policía entra en la universidad pública. Estos hechos gravísimos se vienen repitiendo en Madrid de un tiempo a esta parte. Pero no sólo. También se produjeron aquí hace solo unos meses, cuando la policía entraba en los campus de Zaragoza y Huesca, produciéndose también detenidos y multas. Aquí o allí, la represión y la criminalización intenta parar la digna lucha de los estudiantes por una verdadera universidad pública. Aquí o allí la represión no nos va a parar.
Como estudiantes de la Universidad de Zaragoza nos solidarizamos con nuestros compañeros de Madrid y exigimos su libertad inmediata sin cargos. ¡Vuestra lucha es nuestra lucha!
¡LIBERTAD DETENIDOS POR LUCHAR!¡NI UN DETENIDO SIN RESPUESTA! ¡LA EDUCACIÓN NO SE VENDE, SE DEFIENDE!
Este tipo prácticas son una violación de los derechos de manifestación y reunión así como de la libertad de expresión. Y aquí lo sabemos bien.
Tenemos que remontarnos al 15 de octubre de 2013 cuando se realizó una concentración convocada con motivo de la visita oficial de Letizia Ortiz al Instituto Pirámide. La concentración estaba acordada con la Facultad para desarrollarse en el interior del recinto universitario de la Escuela Politécnica. Aunque el transcurso de la jornada se desarrolló pacíficamente, durante toda la mañana y especialmente durante la concentración los antidisturbios ocuparon la facultad, llegando a impedir su normal funcionamiento.
Tres meses más tarde la policía acudió al puesto de trabajo de una compañera de Huesca para hacerle llegar una sanción grave por la mencionada concentración, en la que le sancionaban con 1000 euros, acusándola de provocar reacciones en el público que podían alterar la seguridad ciudadana.
Lo más grave de esta denuncia es que nuestra compañera no fue identificada dicho día. Merece la pena preguntarse de dónde obtiene la Subdelegación de Gobierno la información sobre las personas que, se supone, nos manifestamos libremente. ¿Acaso es más bien una amenaza por parte de las autoridades públicas? Una intimidación al más puro estilo de la dictadura franquista va implícita: os tenemos controlados. Sepan la policía oscense y el subdelegado de Gobierno que los "archivos b" o listas negras son coacciones que no vamos a permitir a estas alturas.
El único objetivo de estas acusaciones, totalmente infundadas y aleatorias, es reprimir e intentar silenciar las protestas y luchas sociales. Hoy le está pasando a ella pero mañana puede pasarte a ti.
¡BASTA DE REPRESIÓN!,¡BASTA DE CRIMINALIZAR LOS MOVIMIENTOS SOCIALES!¡SI NOS TOCAN A UNX NOS TOCAN A TODXS!
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