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5 de noviembre de 2013

Cientos de 'erasmus' aragoneses pierden parte de su beca con el curso ya iniciado

Cientos de universitarios aragoneses que se encuentran repartidos por toda Europa gracias a las becas Erasmus han recibido estos días una noticia que les ha indignado tanto como preocupado. Con el curso ya comenzado y cuando ya estaban en sus países de destino, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha publicado una orden en el BOE con la que retira, sin previo aviso, la aportación complementaria que realizaba el Estado para completar la cuantía que asigna a cada estudiante el Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (OAPEE).

La medida no afecta a todos los aragoneses beneficiarios de estas ayudas, ya que se salvan aquellos que el año pasado recibieron una beca general del Ministerio, pero sí reduce a mínimos la cuantía que recibirán la mayoría de los estudiantes de la Comunidad. En caso de que no reciban ayudas autonómicas o de instituciones privadas, los damnificados por esta medida contarán con solo 115 euros mensuales para sufragar todos sus gastos en el extranjero, frente a los 215 que recibirían antes de la modificación. La Universidad de Zaragoza todavía no ha cuantificado cuántos de sus estudiantes podrían perder esta ayuda, ya que hasta el final del curso no se conoce el número exacto de participantes en este programa europeo -también hay becas de varios meses para el final del curso-.

Sin embargo, teniendo en cuenta que cada año son unos 900 los universitarios -en el curso 2011/12 fueron 886 y el pasado unos 950- de la pública que salen a formarse al extranjero, todo hace indicar que el número de afectados se contará por centenas.

Pero la decisión del departamento dirigido por Wert no solo ha causado indignación por las consecuencias económicas, sino que además estos universitarios se han sentido engañados, ya que la inmensa mayoría ya se habían marchado sin conocer el nuevo requisito. Un dinero con el que ya contaban y que podría complicar la estancia en el extranjero de más de uno.

Este cambio de última hora ha provocado las críticas del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza y los alumnos que actualmente se encuentran fuera estudiando con una beca Erasmus. “Habrá gente que quizás hasta tenga que volver, ya que contaban con unos ingresos que ahora no van a recibir”, indica Rafael Rubio, presidente de este órgano de representación de los universitarios. "Los anteriores años fui beneficiario de la beca general en España, pero justo el año pasado no, ya que tuve que compaginar los estudios con un trabajo y bajó mi rendimiento", asegura David Padules, un zaragozano de 22 años que cursa el último año de Historia en la Universidad de Toulouse II-Le Mirail: "Ahora me veo con una beca reducida a 115 euros al mes, lo que no da para mucho, ni en Francia ni en ninguno de los países con los que hay convenio. Los gastos en una ciudad extranjera son muchos: alquiler, comida, material académico, trasporte, viajes de ida y vuelta a España... En definitiva, como en mi caso, la mayoría tenemos que pagarnos prácticamente todo de nuestro bolsillo".

Los aragoneses afectados son muchos, de diferentes partes de la Comunidad y de distintas carreras, pero las sensaciones con las que se han quedado tras conocer la noticia son similares. "Tras dos meses de dudas sobre el terreno, por fin el ministro Wert ha mostrado sus intenciones, y coloca en una difícil situación a estos estudiantes que ven como su sueño Erasmus puede desvanecerse en cuestión de días. Esperábamos un recorte, para qué negarlo, pero uno nunca cree que el lobo pueda acabar con toda la manada", asegura Adrián Llosá, estudiante de cuarto curso de Administración y Dirección de Empresas en la localidad finlandesa de Tampere: "O con casi toda, porque unos pocos se salvan. Un pequeño grupo de alumnos tendrá la beca porque por supuesto, no es lo mismo eliminar una ayuda que endurecer las condiciones de acceso. ¡El Gobierno no es tan malo, hombre!", ironiza Llosá.

El sentimiento de indignación de los 'erasmus' aragoneses recorre todo el continente, desde Finlandia a Inglaterra, pasando por Italia o Francia. "Ha sentado muy mal, porque se aplica a gente que ya está de Erasmus. Es una forma de eliminar el programa: muchos no pueden beneficiarse, ya que la ayuda es muy pequeña", critica Laura Beltrán, alumna de Historia en la Universidad de Zaragoza que estudia en laUniversidad Jules Verne de la ciudad francesa de Amiens.

Noticia del Heraldo de Aragón

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